EN EL DÍA DEL PADRE
Ya hablamos sobre el Amor que es el elemento esencial e indispensable para ser buenos padres y sobre todo para que esos hijos sean deseados y recibidos con amor.
En este segmento vamos a analizar el papel del Jefe del Hogar, hablaremos
del hombre en su calidad de Padre.
ORACION
Señor Jesús, quiero poner en tus divinas manos este segmento dedicado a los Padres de Familia, pidiendo tu bendición para ellos, especialmente en este 17 de Junio, día del Padre.
Madre de Amor, a Ti que eres la intercesora por excelencia, te ofrezco esta Oración por cada hogar, por cada Padre de Familia. Ayúdanos Virgencita María, para que tomemos como modelo en nuestra vida, a la Sagrada Familiala Divina Gracia.
A mi que soy su Padre, escúchenme, hijos, y sigan mis consejos para salvarse. Porque el Señor estableció que los hijos respeten a su padre.
Quien honra a su padre paga sus pecados.
El que honra a su padre recibirá alegría de sus hijos y, cuando ruegue será escuchado.
El que glorifica a su padre tendrá larga vida.
De palabra y obra honra a tu padre para que su bendición venga sobre ti. Porque la bendición del padre afirma la casa de los hijos.
No te alegres de la humillación de tu padre, pues su deshonor no es gloria para ti.
Porque la gloria de un hombre nace de la fama de su padre.
Hijo, cuida de tu padre en su vejez y, mientras viva, no le causes tristeza.
Si se debilita su espíritu, perdónale y no lo desprecies, tú que estas en plena juventud.
Pues la caridad para con el padre no será olvidada te servirá como reparación de tus pecados. Cuando estés sufriendo Dios se acordará de ti y como el calor derrite el hielo, se disolverán tus pecados.
Como quien injuria a Dios es el que abandona a su padre.
Sir. 3,1-2,3,5-6,8-9,10-16. Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
A todos los Padres del mundo, especialmente a los salvadoreños, estén donde estén: ¡¡Muchas Felicidades y que Dios los bendiga en el DIA DEL PADRE y siempre!!
Como no se mueve ni la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios, El ha querido que este segmento de Escuela para Padres, sea escrito precisamente en la semana que celebramos su Día.
El Padre, es el espejo donde su hijo se quiere ver reflejado siempre, por eso es necesario que ese espejo se mantenga limpio, sin ninguna mancha que lo empañe, es por eso que el hombre debe de pensar en casarse o en formar un hogar: 1º. Cuando esté seguro de que ama a la persona con quien va a compartir su vida. 2º. Estar dispuesto a cambiar completamente, ahora tendrá alguien a quien respetar y hacer feliz 3º. Tiene que responsabilizarse económica y moralmente de su hogar, ya que ahí él será el dueño y señor de esa casa. 4º. Cuando lleguen los hijos debe de recordar, que éstos son de los dos, no sólo de la madre, y por lo tanto ayudar a su esposa o compañera de vida en todo lo necesario que esté a su alcance. 5º. No te cases sólo por compromiso, por interés o por conveniencia, pero en caso de que lo hagas, debes de saber que los hijos no son juguetes con los cuales juegas hasta cansarte y luego los deshechas. Un hijo puede ser la diferencia en tu vejez, puede cambiar el rumbo de tu vida, de ti depende tu futuro, puede ser lleno de satisfacciones o de frustraciones.
Es muy lindo cuando vemos a los padres en la calle cargando a sus hijos, cuidándolos o jugando con ellos si ya están grandecitos.
El padre es tan necesario en un hogar como la madre y para que haya estabilidad emocional tanto en la pareja como en sus hijos, es necesario que cada uno cumpla con su deber como padres.
El padre no debe de ser como dice el dicho: “Candil de la calle y oscuridad de su casa”. Hay muchos padres que en la calle o en el trabajo son un amor con todo el mundo, pero a su casa siempre llega de mal humor. Muchas veces sus hijos o su señora no pueden hablarle, porque le contestan mal o con cualquier pretexto se enojan y se van.
Esto puede desestabilizar la familia y sobre todo causar inseguridad en sus hijos. El hogar debe de ser el refugio donde hay tranquilidad, armonía y sobre todo Amor.
Recuerden que problemas siempre hay en todas partes, y éstos se resuelven afrontándolos no huyendo de ellos. Una cosa si, bien importante, los problemas de la oficina, se resuelven en la oficina y los de la casa en la casa.
Referente a esto tenemos un ejemplo bien claro, de los padres que no se preocupan por sus hijos y creen que con darles lo material, están cumpliendo con su deber de padres.
Un joven de unos 22 años estaba siendo procesado en un juzgado porque iba en estado de ebriedad, choco con otros vehículo y atropelló a una persona. El Juez había conocido al padre de aquel joven y le dijo: “Si tu padre viviera, se avergonzaría de ti, al verte convertido en un triste delincuente, él que fue un eminente y famoso abogado”.
El joven le contestó: “Si mi padre hubiera sido tan buen padre como eminente abogado, yo no estaría en estos momentos aquí”.
Como éste hay muchos padres que por estar preocupados por su trabajo, sus compromisos sociales u otros compromisos, no tienen tiempo para sus hijos y cuando vienen a reaccionar ya han perdido a sus hijos.
Desdichadamente hay algunos hombre que durante sus hijos estuvieron pequeños fueron excelentes padres, luego conocen a una mujer joven de aquellas que no tienen escrúpulos y no les importa que el hombre sea casado, al contrario saben que son a los que más dinero pueden sacarle, pero ellos se sienten tan alagados de que una joven se “enamore de ellos”, que no les importa echar por la borda 15, 20 años de matrimonio, ni tampoco que sus hijos se pierdan, porque lo más seguro y lo que sucede en estos casos es que en ese caos familiar, los más afectados son los hijos.
Quiero hacer un llamado a todos los padres del mundo, ninguna mujer por bonita y bien formada que sea, merece que usted pierda su hogar. Usted valdrá mucho para esta mujer hasta que encuentre otros que le ofrezca más que usted, o lo que es más triste usted le dará a ella para que mantenga a un joven con su dinero.
Ame a sus hijos, ame a su esposa, ellos lo merecen, son y serán lo que usted ha hecho de ellos. Construya bien su hogar ahora, eduque bien a sus hijos y su futuro no será incierto.
Cada quien cosecha lo que ha sembrado, y nos dice la Palabra de Dios, “Por sus frutos los conocereis”. Que Dios los bendiga.
