Papelería en general....

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sábado, 7 de mayo de 2011

A LAS MADRES DEL MUNDO

 El Juicio de Salomón. 1ª. de Reyes 3, 16-28.
“Por entonces acudieron al Rey dos prostitutas; se presentaron ante él y una de ellas dijo: - Majestad, esta mujer y yo vivíamos en la misma casa; yo di a luz estando ella en la casa. Y tres días después también esta mujer dio a luz. Estábamos juntas en casa, no había ningún extraño con nosotras, sólo nosotras dos. Una noche murió el hijo de esta mujer, porque ella se recostó sobre él, se levantó de noche y, mientras tu servidora dormía, tomó de mi lado a mi hijo y lo acostó junto a ella, a su hijo muerto lo puso junto a mi. Yo me incorporé por la mañana para dar el pecho a mi niño, y resulta que estaba muerto: me fije bien y vi que no era el niño que yo había dado a luz.
     Pero la otra mujer replicó: -No, mi hijo es el que está vivo, el tuyo es el muerto.-  Y así discutían ante el Rey.
     Entonces habló el Rey:  - Esta dice: Mi hijo es éste, el que esta vivo; el tuyo es el muerto. Y ésta otra dice: No tu hijo es el muerto, el mío es el que está vivo.
     Y ordenó: - Denme una espada. Le presentaron la espada, y dijo: -Partan en dos al niño vivo, denle una mitad a una y la otra mitad a la otra.
     Entonces a la madre del niño vivo se le conmovieron las entrañas por su hijo y suplicó:
     - ¡Majestad, dale a ella el niño vivo, no lo mates!      -     
     Mientras que la otra decía: - Ni para ti, ni para mi. Que lo dividan.
     Entonces el Rey sentenció: -Denle a esa el niño vivo, no lo maten. ¡Esa es la madre!
    Todo Israel se enteró de la sentencia que había pronunciado el Rey, y respetaron al Rey, viendo que poseía una sabiduría sobrehumana para administrar justicia. Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

     O R A C I O N.- Divino Jesús, Tú has sido el Hijo que todas las madres quisiéramos tener. Fueron 30 años, que viviste obedeciendo a tu Madre, ayudando a tu Padre terrenal, San José quien te amaba y protegía más que a su propia vida.
     Quiero ofrecerte esta Oración, por todas las madres del mundo
 especialmente por aquellas que han optado por la maternidad, diciendo “no” al aborto.
      Virgencita linda, Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por aceptarnos como tus hijos al pie de la Cruz, ayúdanos a todas las madres a llevar esa cruz de cada día, en este mundo que se ha vuelto tan inseguro, especialmente para la juventud, a quienes los acechan todo tipo de peligros, y que son asediados por todas las argucias del enemigo, que busca con todas las trampas sutiles que les tiende mediante el placer, el dinero los falsos escapes: “el alcohol, las drogas, las maras, el sexo y otros”. Ayúdalos a vencer todo tipo de tentaciones, inunda esos corazones con la LLAMA DE AMOR DE TU INMACULADO CORAZON. Amén.

     Ser madre, es el privilegio mas grande al que una mujer puede aspirar en la vida, pero al mismo tiempo es una responsabilidad, tanto en el aspecto material, como en el espiritual.
     Es por eso que Dios nos da a las mujeres esa sabiduría innata
para que podamos guiar a nuestros hijos siempre por el camino del bien, y esto sólo lo podemos conseguir, tomándonos de la mano correcta, buscando ese apoyo en esa Palabra que Jesús nos dejó, escrita por sus apóstoles, a la luz del Espíritu Santo.
     Por eso es indispensable que en cada hogar contemos con una Santa Biblia. Que aprendamos a utilizarla, para encontrar en ella la guía que como madres necesitamos.
     Como podemos calificar a una mujer como buena madre?
Algunos talvez dirán que todo depende del lente con que se vea.
En la mayoría de los casos, especialmente en esta época que estamos viviendo, muchos creen que ser una buena madre es dar a sus hijos todo lo material que necesiten y aun lo que ellos quieren aunque no lo necesiten.
     Siento mucho contradecirles, pero esta no es la mejor madre, y menos si para complacer a su hijo tiene que sacrificarse trabajando más de la cuenta y descuidando su hogar.
     Una buena madre, comienza a amar a su hijo desde el vientre materno, lo cuida, lo mima, lo acaricia, vuelca en el toda la  ternura que es capaz de guardar en su corazón.
     Materialmente le da todo lo necesario, pero no le satisface todos sus caprichos, por que sabe que eso es dañino y llenara a su hijo de prepotencia, de orgullo, de vanidad y lo mal acostumbrara a que todos sus antojos sean concedidos, y si un día no se los pueden dar en el hogar, los buscará en otro lugar, pero siempre de la manera más fácil.
      En este Día de la Madre yo te digo: si amas a tu hijo enséñale, que desde el momento que fue engendrado Dios comenzó a formarlo a su imagen y semejanza, y a los nueve meses era una obra perfecta del Creador, que lo amó desde que estaba en el vientre materno, por lo que debe amarse a si mismo, para así ser capaz de amar a los demás.
Muchas felicidades, que Jesús y nuestra Madre los bendigan.
 Auramelia Rodríguez de Urrutia.
     San Salvador, 6 de Mayo de 2011.