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viernes, 4 de febrero de 2011

AÑO NUEVO... PADRES NUEVOS

Queridos lectores, estamos ya en el segundo mes de este año de 2011, y realmente es necesario que nosotros como padres comencemos este nuevo año con una decisión firme de buscar la manera de heredar a nuestros hijos un mundo mejor. Por eso esta Décima Entrega quiero llamarla:
PADRES NUEVOS….. EN UN AÑO NUEVO

    El que quiere seguirme tome su Cruz. Mc. 8,34-38..
    Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: “El que quiera seguirme que renuncie a si mismo, tome su cruz y me siga.
    Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique la vida por Mi y por el Evangelio, la salvará.
    ¿De que le sirve a uno si ha ganado el mundo entero, pero se ha destruido a si mismo?  ¿Qué podría dar para rescatarse a si mismo?
    Yo les aseguro si alguien se avergüenza de Mi y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles.”. Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

    O R A C I O N
    Gracias Padre Eterno por esta nueva oportunidad que me das de poder llegar a muchos hogares y especialmente a muchos corazones por este  blog dirigido y guiado por Ti, mi Señor. Te pido que toques a todos aquellos que necesitan abrir su mente a tu grandeza y su corazón a tu Amor.
     Corazón Inmaculado de María, quiero poner en tus divinas manos de Madre de Dios y Madre nuestra, esta primera entrega en este nuevo año, pidiéndote que intercedas ante el Trono Divino, por todos los países que se encuentran con graves problemas de desastres naturales, narcotráfico, delincuencia, maras, todo esto ocasionado por la pérdida de valores tanto morales como espirituales. Ponemos a tus pies a todas aquellas jóvenes que no quieren afrontar sus errores y desean asesinar a ese inocente ser que se esta formando en sus entrañas, y que talvez el día de mañana será quien le de mucho amor.
    Dios todopoderoso, ayúdanos a transformar nuestro mundo, en un mundo más humano y responsable. Todo esto te lo pedimos en el nombre poderoso de tu divino Hijo, nuestro Señor Jesucristo y por la tierna intercesión de nuestra amada Madre, la Santísima Virgen María. Amén.

    Ahora bien, yo te pregunto: ¿Amas a tus hijos? ¿Amas a tu pareja? ¿Qué papel juegan en tu vida tu pareja y tus hijos?, son lo más importante para ti, o tienes otras prio-ridades.
Te sientes bien en el ambiente en que te desenvuelves, y crees que es el ideal para tus hijos, o crees que sería posible que las cosas cambiaran.
    Claro que todo puede cambiar si nosotros lo queremos así, comence-mos por fortalecer nues-tra familia, recuerda que una familia sea pequeña o grande, si es unida, se convierte en una gran fortaleza. Demos a nuestros hijos lo que nosotros estemos en capacidad de dar y jamás los acostumbremos a satisfacer todos sus caprichos a costa de nuestro sacrificio, trabajando más de lo posible, por ejemplo.
    Pero hay algo mucho más importante, inculca en ellos el amor a Dios,  que sepan que tienen un Padre que los ha creado, que los ha hecho a su imagen y semejanza y que los ama desde que estaban en el vientre materno. Háblales de su Hijo Jesús que dio hasta la última gota de su preciosísima sangre para salvar a la humanidad. Que sepan que tienen una Madre maravillosa que así como sufrió por su Hijo al pié de la Cruz, sufre ahora al ver cuantos hijos suyos se pierden.
   Inculquemos en nuestros hijos los valores morales y espirituales, ya basta de tanto conformismo y de dejar que a nuestros hijos se los trague el mundo, luchemos contra el mundo, luchemos contra todos esos dioses, como el dios dinero, el dios placer, el dios droga, tecnología mal empleada o cualquier otro nombre que tenga. Tomémonos de la mano de nuestro Creador, leamos detenidamente la lectura bíblica, analicémosla y pidamos a Dios sabiduría para emprender una tarea difícil, pero no imposible, si lo hacemos tomados de la mano de nuestra Madre. Que Dios nos ilumine y nos guíe. Bendiciones para todos.         
   Con mucho amor. Auramelia Rodríguez de Urrutia.