Esta entrega lleva dentro de si, todo el AMOR que inunda mi corazón, todo ese AMOR, que nació un día, cuando llegue a los pies de aquel Dios maravilloso que es AMOR, que es Misericordia, del Amigo que nunca falla Mi gran AMOR… JESUS DE NAZARETH.
Nada hay más perfecto que el Amor. 1ª. Co. 13,1
“Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor, sería como bronce que resuena o campana que retiñe”.
Mt 5, 43 - 45 “Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo. Pero Yo les digo: “Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque El hace brillar su sol sobre malos y buenos y envía la lluvia sobre justos y pecadores” Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
O R A C I O N. Divino Jesús, gracias porque siendo Dios, te has dignado ver con ojos de Amor, a ésta generación que en estos momentos se ha deshumanizado, dando cabida a la violencia, a la desintegración familiar, al aborto, y a tantas aberraciones que cada día se cometen contra tu Sagrado Corazón y el Corazón Inmaculado de María.
Permíteme en esta Oración Consagrar a los Corazones de Jesús y María, los corazones de toda la humanidad, la cual ha sido creada por Dios Padre, a su imagen y semejanza, por lo tanto te pertenecen. Yo te pido que cambies cada corazón de piedra por un corazón de carne.
Madre bendita, Tú que nos amas y sufres por tus hijos, intercede por la Conversión de todos los pecadores del mundo, especialmente por mi propia conversión. Amen.
¿Por qué ama…. Y haz lo que quieras? Esta frase de San Agustín encierra en si, el significado de ese sentimiento puro, que nace en nuestra alma y se alberga en nuestro corazón volviéndolo noble, transformando nuestra mente positivamente, volviendo la tristeza en alegría, la oscuridad en luz, y la debilidad en fortaleza.
“Amarás a Dios con toda tu mente, con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo”. Dice el 1º. Y 2º. Mandamiento. Analicemos conscientemente estos Mandamientos. ¿Amamos a Dios sobre todas las cosas, o hay algo más importante que Dios en nuestra vida, que lugar ocupa Nuestro Creador, su Hijo y su Madre en nuestra vida diaria? Bueno, si no están en primer lugar, estamos mal. Luego, amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos? La mayoría de las personas somos incapaces de amar a nuestros hermanos, sencillamente porque no sabemos “amar”. Y no nos amamos a nosotros mismos.
Cuando se ama de verdad, se es incapaz de herir al ser amado, Amor es sinónimo de respeto, fidelidad, confianza, etc. Cuando un hombre ama de verdad a una mujer, la respeta y su único deseo es llegar a formar un buen hogar con ella, convertirla en su esposa y en la madre de sus hijos.
La mujer debe de cuidar su virginidad como un tesoro que entregará al ser amado el día que se convierta en su esposa.
Recuerda: Tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, Dios te ama, tu eres muy valiosa para El, por lo tanto, no mancilles tu cuerpo con relaciones impuras, que solo te llevaran a rodar como una piedrecilla que al final terminará a la orilla del camino, destruida moral y corporalmente.
Jóvenes, no corran, hay tiempo para estudiar, para prepararse y así afrontar dignamente la responsabilidad de un hogar. Cuando estén listos, realizados como profesionales, entonces busquen el verdadero Amor y cuando éste llegue al ver al ser amado, sentirán campanas vibrar en su corazón.
Que Dios les bendiga, y una para siempre sus corazones para formar un mundo digno, centrado en DIOS QUE ES AMOR.
Esta entrega es para Ti. Recuerda: “Mi Jesús, yo te amo y Confío en Ti”
Auramelia.
San Salvador, 24 de Febrero de 2011.
