ESCUELA PARA PADRES
SIETE COSAS. Proverbios 6, 16 – 23
Seis cosas detesta el Señor y la séptima la aborrece de corazón: Ojos soberbios. Lengua mentirosa. Manos que derraman sangre inocente. Corazón que maquina planes malvados. Pies que corren para la maldad. Testigo falso y mentiroso. Y el que provoca peleas entre hermanos.
Guarda, hijo mío, los consejos de tu padre y no rechaces la enseñanza de tu madre. Llévalos siempre atados al corazón y cuélgatelos al cuello: cuando camines, te guiarán, cuando descanses, te guardarán: Cuando despiertes, hablarán contigo Porque el Consejo es lámpara y la enseñanza es luz y es camino de vida la instrucción que corrige. Palabra de Dios.
ORACION.
Padre Eterno, Gracias, porque nos has hecho a tu imagen y semejanza. Porque nos amas, a pesar de que no merecemos tu Amor. Porque entregaste a tu Único Hijo, para redimirnos de nuestros pecados. Porque lo resucitaste al tercer día para que venciera la muerte y el pecado.
Jesús de la Divina Misericordia , gracias, por habernos entregado
Cuando estabas pendiente de la Cruz a tu Madre, por Madre nuestra. Gracias por derramar esos rayos de Misericordia, que salen de tu Divino Costado para cubrirnos con ellos y ofrecernos así la el Perdón de nuestros Pecados.
Virgencita María, Madre de Dios y Madre nuestra, gracias por aceptarnos como tus hijos, y cubrir con tu manto de amor a este pequeño país que lleva el nombre de tu Hijo El Salvador,
bendícelo y ayúdanos a vencer el mal haciendo el bien. Amén.
Honrar a Padre y Madre. Cuarto Mandamiento de la Ley de Dios.
Hemos enseñado a nuestros hijos los Mandamientos, pero sobre todo les ayudamos para que puedan cumplirlos.
Perdónenme muchos padres de familia, pero las presentes generaciones de jóvenes, ignoran el contenido de este Mandamiento y yo creo que después del Amor y respeto que se le debe a Dios está el de los padres.
Por eso nuestra primera escuela, es nuestro hogar, y por lo tanto los padres tenemos la obligación de enseñar a nuestros hijos a respetarnos, una bonita manera de hacerlo con el ejemplo, es respetando, amando y obedeciendo a nuestros padres, los que tienen a sus padres todavía con ellos, lo cual es una bendición de Dios.
Debemos de pensar que así como nosotros tratemos a nuestros padres, así nos tratarán a nosotros nuestros hijos en nuestra vejez. El problema en nuestro medio es que tenemos muchos enemigos de la familia, y los tenemos metidos en nuestras casas, ellos son: televisión, medios masivos, amigos dañinos que visitan nuestra casa.
Antes nos decían nuestros padres: “el árbol desde pequeño se endereza”, y es un dicho tan sabio, porque si dejamos que los hijos sean malcriados desde pequeños con nosotros, cuando queramos que ellos nos respeten y obedezcan ya será demasiado tarde, y será una lucha titánica, difícil de ganar.
Yo te aconsejo a ti padre de familia, tienes pequeños a tus hijos, edúcalos con amor, enséñales a respetarte como su padre o madre que eres. Si tus hijos son adolescentes, no los dejes solos, preocúpate por todo lo relacionado con su vida: sus estudios, sus deportes, sus amigos, sus entretenimientos. Aunque llegues cansado de trabajar, dedícale tiempo, será el tiempo mejor empleado en tu vida, y del que cosecharás los mejores frutos.
No esperes que tu hijo tenga problemas graves, o alguna enfermedad para decirle quge lo amas, que lo necesitas, que lo concebiste con amor, que es lo más importante en tu vida, y sobre todo, enséñale a amar a Dios, a creer y a confiar plenamente en ese Dios maravilloso que es AMOR y así lo estarás guiando por un sendero, donde muy difícilmente se puede perder. Hazlo, tus hijos lo merecen y lo valen.
Querido lector, si usted quiere que desarrolle un tema especial, comuníquemelo y con gusto escribiré sobre él.
Con mucho amor
Auramelia Rodríguez de Urrutia
San Salvador, El Salvador, C. A. 12 de Julio 2011.